Razonablemente, se puede dar por establecido que la política de Allende hacia Bolivia no se limitó a dar lecciones sobre el respeto a los tratados. Al estudiar con las autoridades de bolivianas la mejor fórmula para restablecer la condición marítima de Bolivia, buscó activamente la superación definitiva del litigio secular, y de su séquito de tensiones, rupturas, gestos agresivos, gastos militares excesivos y escasos intercambios entre dos países fronterizos. Y estuvo cerca de conseguirlo.
¿Cuál fue la política del gobierno de la Unidad Popular hacia Bolivia? Más precisamente, ¿se propuso entonces una negociación sobre la salida al mar? El estudio de la política exterior chilena 1970-1973 y un valioso testimonio de Volodia Teitelboim, registrado en agosto de 1997, permiten responder estas preguntas con una buena dosis de certeza.
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