lunes, 13 de abril de 2009

Una democracia decadente

Chile, país que pretende presentarse al mundo como ejemplo democrático de América Latina, pero que se rige por una Constitución espuria y con un parlamento que carece de vocación democrática y que actúa al margen de los intereses de los electores y la ciudadanía, una vez más ha cerrado las puertas para que los dirigentes de organizaciones sociales y sindicales, puedan acceder a un cargo de representación nacional en el Congreso de los diputados del país.

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